2. Fragilidad y sensibilidad
A pesar de su apariencia robusta, los transformadores albergan componentes delicados como sistemas de refrigeración, cableado y maquinaria de precisión. Estos componentes son altamente sensibles a los golpes, vibraciones y impactos externos. Cualquier daño puede afectar el rendimiento, lo que lleva a reparaciones costosas, reemplazos e incluso cortes de energía. Proteger estos componentes sensibles es crucial para un transporte exitoso.
4. Riesgos ambientales y de seguridad
Los transformadores contienen aceite y fluidos que pueden convertirse en peligros ambientales si no se manejan correctamente. Las fugas o derrames durante el transporte pueden causar graves daños a los ecosistemas. Además, los transformadores mal asegurados pueden provocar accidentes que representan riesgos tanto para los trabajadores como para el público. Salvaguardar contra estos riesgos requiere soluciones especializadas que prioricen la seguridad y la responsabilidad ambiental.